M'Sur se ha mudado. La web te redirige en 7 segundos a la nueva página.
Si no lo hace, visita www.msur.es
El veneciano es una lengua romance hablada en la parte nororiental de Italia, sobre todo en la provincia de Venecia. Su fonética, morfología y sintaxis lo distinguen del italiano y lo asemejan en mayor medida al castellano y al portugués. A veces se incluye con estos idiomas y el francés en el conjunto galo-itálico, al que no pertenece el italiano, que forma parte del tronco italo-dálmata.
El veneciano tiene aproximadamente 12 millones de hablantes nativos. Se distinguen unas cinco variantes de esta lengua romance. La única reconocida oficialmente y ocasionalmente utilizado a nivel municipal o en la publicidad, es el veneciano propiamente dicho, hablado en la región de Venecia. En la llanura del río Po se hablan el lombardo (o lombardo oriental) y el insúbrico, también llamado lombardo occidental, aunque no tiene más en común con el anterior que las demás variantes. El piemontés se habla desde Turín hasta la frontera de Francia. En la costa del Mediterráneo y alrededor de Génova se habla ligur, que también está reconocido como idioma local en Mónaco. Al sur del Po es habitual el dialecto emiliano-romañolo, que también es la lengua nativa de los habitantes de San Marino.
A menudo, cada una de las seis variantes se define como lengua propia; otras se distingue entre el veneciano, por una parte, y el galo-itálico, que agrupas las demás variantes, por otra. Ninguna de las seis variantes del veneciano está estandarizada, de ahí que a veces se consideran dialectos del italiano, pero en realidad pertenecen a una rama románica distinta.
Prácticamente todos los hablantes de este grupo de dialectos manejan el italiano, el único idioma utilizado en la Administración y la prensa, y pocos utilizan el veneciano frente a extraños. Se conocen intentos de introducir el piemontés en el currículo escolar de la zona en la que se habla. Por otra parte existe desde hace siglos una cierta literatura local, sobre todo de poesía y teatro, pero también de novelas y otros textos, en veneciano o alguna de sus variantes. El más utilizado en este sentido es el insúbrico, que desde el siglo XVII cuenta con numerosos escritores y sigue en uso hoy.