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¿Cuántas lenguas se hablan en la cuenca mediterránea? Pocas, si se compara con territorios similares de Asia o África... o con el propio Cáucaso, en el que se aglomeran decenas de lenguas muy distintas en un territorio minúsculo.
Sin contar esta región, se pueden contabilizar entre 30 y 40 idiomas mediterráneos, según dónde se trace la línea divisoria entre lengua y dialecto. Algo casi imposible, ya que no existen parámetros claros que permitan definir qué es un idioma y qué una mera variante dotada de ortografía propia.
Aparentemente, el criterio más sencillo para definir el rango de un habla sería comprobar si sus hablantes se pueden comunicar con los de otro idioma sin estudiarlo; en tal caso sería un dialecto. Pero la capacidad de entender un habla distinto depende enormemente de la experiencia de cada individuo y su hábito de adaptar el oído. Así, el castellano se tiene por inteligible en Portugal —donde la radio emite entrevistas en español sin traducción— pero no viceversa.
La definición más acertada, quizás, sea la famosa frase que proclama que una lengua es un dialecto que dispone de Ejército y Armada. O de suficientes diputados en el Parlamento nacional, cabría añadir. En este sentido se puede ampliar hasta casi el infinito el número de lenguas, dependiendo del interés político por dotarlas de perfil propio, como ocurre en España.
En el otro lado del abanico hay numerosos idiomas que no reciben este nombre porque las autoridades políticas del país no les otorgan valor o prefieren apostar por un idioma de rango mundial, como es el caso de las lenguas árabes. Quien habla ruso puede comunicarse hasta cierto punto con hablantes del serbocroata y búlgaro; aún así, tras el desmembramiento de Yugoslavia, incluso el serbio y el croata, antes dos nombres distintos para la misma lengua se consideran hoy idiomas distintos... sin que se hayan diferenciado.
Aunque todo modelo que se ofrezca será siempre arbitrario, MediterráneoSur prefiere, ante la duda, hablar de un idioma común con varias variantes antes que dar rango de lengua propia a cada habla regional.
El conjunto de idiomas hablados en el ámbito mediterráneo se puede clasificar en cuatro grandes familias: la indoeuropea, que agrupa la mayor parte de las lenguas europeas, la semita —representada sobre todo por el árabe y el hebreo— la bereber (o camita) y la turca. A estos grandes grupos se añade el aislado vasco y el rompecabezas de las lenguas caucásicas que parece estar formado por dos o tres troncos sin más parentesco que el geográfico.
Afroasiáticas
Las lenguas semitas —árabe, hebreo, arameo, amhárico— y las bereberes —tamazigh, tamasheq— se suelen agrupar en una familia común, la afroasiática. A este vasto conjunto pertenecen otras dos grandes ramas: las lenguas chadianas, como el hausa, habladas al sur de Sáhara hasta el norte de Níger y las cushitas, difundidas en la costa del Mar Rojo, en grandes partes de Etiopía (donde predomina el oromo) y en toda Somalia. A estos grupos se añade la rama egipcia, a la que pertenecía el recientemente extinto copto y el idioma de los faraones, utilizado en las inscripciones jeroglíficas.
Mongol
En la orilla noroeste del Mar Caspio se habla kalmico, un idioma mongol, emparentado con las lenguas de Asia Central. Aunque gran parte del vocabulario mongol coincide con el de las lenguas turcas, hoy se ha abandonado la teoría de un tronco 'altaico' común y se cree más en una influencia mutua durante una época de convivencia.
Urálicas
El tronco urálico no está representado en el Mediterráneo, pero sí en Europa oriental. A este conjunto pertenecen el húngaro, el finés y el muy similar estonio, el lapón y varios grupos lingüísticos de Siberia, como el samoyeda.
Todas las familias lingüísticas mencionadas presentan ciertas similitudes estructurales y fonéticas, por lo que algunos expertos han sugerido agruparlas —junto a las dravidas del sur de India— en un conjunto llamado 'nostrático'. Aunque es difícil definir qué tienen en común, sí son apreciables ciertos rasgos compartidos frente a los muy distintos troncos africanos conocidos como níger-congo y nilo-sahariano y las lenguas chinas o americanas.