El copto es un alfabeto desarrollado en Egipto a inicios de la era cristiana a partir del alfabeto griego, al que fueron añadidas ocho letras nuevas, algunas inspiradas en la grafía demótica de los jeroglíficos. Las demás 24 coinciden con las griegas, aunque su grafía más redondeada y más ornamentada da una primera impresión visual algo distinta.
Aunque cada letra tiene una variante mayúscula y otra minúscula, las diferencias entre ambas, salvo el tamaño, son prácticamente imperceptibles. Sólo se exceptúa el jai, la 28ª letra, cuya minúscula es algo más redondeada.
El orden de las letras sigue el del griego, y las ocho letras nuevas se añaden al final: shai (corresponde a la sh inglesa o ch francesa o andaluza), fai (F), jai (jota dura), hori (H aspirada), yanya (pronunciada como la j francesa o portuguesa o la yim árabe), qima (corresponde a la qaf o k gutural árabe) y la sílaba ti. Además hay dos signos sin valor fonético, que únicamente tienen valor numérico: la sou, colocada entre Epsilon y Zeta, y la psis nshe, al final del alfabeto.
Estos signos corresponden a la necesidad de utilizar las letras como números, tal y como era habitual en griego, donde cada bloque de nueve letras corresponde a las unidades del 1 al 9, las decenas del 10 al 90 y las centenas del 100 al 900. Excepto la fai, las letras añadidas al modelo griego no tienen valor numérico.
El alfabeto copto alcanzó su forma actual en el siglo IV, aunque siempre hubo ciertas variantes, según el dialecto que empleaban quienes lo utilizaban. Durante siglos fue el alfabeto habitual empleado entre la población cristiana de Egipto y partes de Sudán y se han conservado numerosos libros, documentos y actas en esta grafía.
Con la paulatina desaparición del idioma copto, también el uso del alfabeto se fue reduciendo. Desde inicios o mediados del siglo XX, extinguida la lengua copta como idioma de comunicación, también el alfabeto ha quedado reducido a su uso en textos litúrgicos de la Iglesia Copta.
Entre el siglo XVIII y el XV se utilizaba además en Sudán el alfabeto nubio, derivado del copto y bastante similar a éste, para escribir textos en nubio antiguo, una lengua nilótica no relacionada con los troncos mediterráneos ni con el copto. Hoy, el nubio moderno, heredero de aquel, se escribe sobre todo con grafía árabe o latina, pero esporádicamente se intenta recuperar la grafía copto-nubia.