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El alfabeto latino es hoy la grafía más extendida del mundo, empleada probablemente por unas dos mil millones de personas. Sigue extendiendose, fomentado por la informática y el uso cotidiano de internet.
En el ámbito mediterráneo, el alfabeto latino se utiliza habitualmente para dos decenas de idiomas: todas las lenguas románicas y germánicas, el albanés, varias lenguas eslavas y —desde 1928— el turco. Además se emplea para todos los idiomas de África al sur del Sáhara, exceptuando las de Etiopía y Eritrea.
El latino se formó en Italia a partir, probablemente, del alfabeto etrusco, derivado, a su vez, de una arcaica grafía griega. Desde la época romana apenas ha conocido modificaciones en su forma básica, aunque son legión las versiones caligráficas derivadas.
Algunas letras pueden representar sonidos muy distintos, según la lengua que las utiliza. Así, la x se pronuncia como ks en alemán y castellano, como j en turco y como sh en portugués y catalán. Casi todas las lenguas que emplean la grafía latina añaden algunos caracteres especiales para expresar fonemas no recogidos en la versión base. En algunos casos, estas letras siguen utilizándose por razones ortográficas, aun cuando su sonido coincide actualmente con otra letra, como ocurre con la ç francesa y portuguesa (corresponde a ss). Además, la acentuación de las vocales, bien para marcar las sílabas tónicas o por razones ortográficas, es muy frecuente.
El alfabeto latino se está extendiendo hoy enormemente, sobre todo gracias a su empleo universal en la informática. La mayoría de las lenguas caucásicas que se escribían con grafía árabe hasta los años veinte y con cirílica después, están adaptando desde los años noventa una grafía latina, a menudo con ciertos caracteres propios.
Entre los jóvenes magrebíes que utilizan foros de discusión en internet, normalmente en francés, se está popularizando una forma de transcripción latina del árabe, en la que ciertas cifras, por su similitud intuida con las letras árabes originales, representan los fonemas que no tienen equivalente en el alfabeto latino. Así, el 3 es el 'ain, el 7 la h fuertemente aspirada...
Letras especiales:
Ä ä: en alemán, una e muy abierta, cercana a la a.
Ç ç: en portugués, francés y catalán, una ss (s sorda). En turco, una ch.
Ċ ċ: en maltés, una ch.
Č č: en esloveno y serbocroata, una ch.
Ć ć: en serbocroata, un sonido similar a la ch, pero más siseante.
Đ đ: en serbocroata, un sonido cercano al dy, sonoro, similar al tg catalán o gg italiano
Ë ë: en francés, separa la e de la vocal que le precede y evita el diptongo.
Ġ ġ: en maltés, corresponde a la ge italiana o yim árabe.
Ğ ğ: en azerí y tártaro transcribe una g ligeramente aspirada (ghain árabe); en turco sólo alarga la vocal precedente.
Ħ ħ: en maltés, una h fuertemente aspirada (similar a la árabe). En la combinación għ corresponde a la 'ain árabe.
İ - :en turco, mayúscula de la i, para diferenciarla de la ı.
Ï ï: en francés, separa la i de la vocal que le precede y evita el diptongo.
- ı: en turco, una i apagada, oscura, cercana a la e. La mayúscula es I.
Ñ ñ: en castellano transcribe el sonido ny (gn en francés).
Ö ö: en alemán y turco, un sonido entre o y e, corresponde a la œ francesa.
Œ œ:corresponde a la ö alemana o turca, un sonido entre o y e.
Š š: en serbocroata, una sh inglesa o ch francesa y andaluza.
Ş ş: en turco transcribe la sh inglesa o ch francesa y andaluza.
Ü ü: en alemán y turco, vocal entre i y u, corresponde a la u francesa.
Ż ż: en maltés, una s sonora (como la z portuguesa o francesa)
Ž ž: en serbocroata y esloveno, la y sonora (ll argentina o j francesa).
- ß: en alemán, una s sorda, igual a la ss pero no acorta la vocal precedente. No tiene mayúscula.