El tamazigh es la rama más difundida de las lenguas bereberes: tiene alrededor de 19 millones de hablantes, aunque se trata de una estimación somera: no existen cifras oficiales de hablantes del bereber en los países del Magreb. Dado que durante décadas, el tamazigh fue estigmatizado como 'dialecto inculto' e incluso sometido a cierta persecución, muchos bereberes se expresan en árabe en público y no hay censos fiables. Ningún idioma bereber se ha reconocido como lengua oficial en el Magreb.
Utilizamos aquí el término tamazigh para agrupar todas las variantes del habla bereber, excluyendo el tamasheq de los tuareg, el oriental de Siwa y el zenaga mauritano. A menudo, este tamazigh se considera un conjunto de lenguas cercanas, pero su clasificación es difícil, dada la gran similitud entre todas ellas.
Un esquema simplificado propone una división en tres variantes: la del Atlas, que reúne al tachelhit y tamazight, el zenata, que agrupa el tarifit o rifeño del norte marroquí con las hablas de diversas zonas de Argelia y Libia —el chenua al oeste de Argel, el chauia o tachauit en el Aurés, el habla del Mzab, el chelha de la isla tunecina de Yerba, el habla de Ghadamés...— y el cabilio o taqbailit de la Cabilia argelina. Otorgamos aquí un espacio propio al cabilio, debido a su contexto social y político, pero consideramos como idioma único el tamazigh del Atlas y el zenata.
Esta opción se fundamenta en la actual experiencia de Marruecos: tradicionalmente se clasificaban tres lenguas bereberes en este país: el tachelhit del Alto Atlas, el muy similar tamazight del Medio Atlas (que escribimos con -t final, para diferenciarlo del término genérico tamazigh, al que damos una ortografía simplificada) y el tarifit en la costa mediterránea, netamente distinto de los dos anteriores. A inicios del siglo XXI, no obstante, las instituciones oficiales marroquíes elaboraron una versión tamazigh estándar que toma en cuenta el vocabulario y las formas gramaticales de todos los hablantes marroquíes y que desde 2004 es empleado en la enseñanza escolar y en la prensa. En las emisiones radiofónicas en tamazigh, cada corresponsal emplea su variante local, sin que ello impida la comprensión del noticiario. En consecuencia, hoy se pueden clasificar todas las variantes habladas en Marruecos como un único idioma.
Las cifras sobre el número de hablantes ofrecidos en el mapa son estimaciones, dificultadas por el bilingüismo de muchas comunidades y el éxodo rural, que traslada a familias bereberes a las grandes ciudades, donde se integran en un entorno arabófono. Pero tanto en la capital Argel como en todas las ciudades marroquíes, especialmente en Casablanca, numerosas familias mantienen el idioma tamazigh. Desde la reivindicación pública de esta lengua en los años noventa y su gradual introducción en los colegios, el proceso de asimilación al entorno árabe se ha frenado e incluso empieza a revertir. En ciudades como Agadir, con neta mayoría bereber, los residentes arabófonos empiezan a aprender tamazigh.
El tamazigh se escribe hoy con tres sistemas de caracteres diferentes: el alfabeto árabe, tradicionalmente dominante en la región habitada por bereberes, pero poco apto para reflejar las estructuras de su lengua dado que no permite expresar bien las vocales, el latino, introducido tras la colonización francesa en el siglo XIX y más versátil, y el tifinagh. Este antiguo abecedario, conservado como grafía ritual entre los tuareg y modernizado por lingüistas de Cabilia, fue adoptado por el sistema de enseñanza marroquí en 2002 como alfabeto estándar para los libros de colegio. Su uso empieza a extenderse aunque aún es muy habitual el empleo del alfabeto latino, más fácil de utilizar en el contexto de internet y correo electrónico. Los caracteres árabes se utilizan aún en algunas publicaciones marroquíes con la intención de alcanzar un mayor número de lectores pero es previsible que su uso sea abandonado paulatinamente.