M'Sur se ha mudado. La web te redirige en 7 segundos a la nueva página.
Si no lo hace, visita www.msur.es
Malta es, curiosamente, no sólo el país más cristiano de Europa —el catolicismo es la religión de Estado— sino también el único cuya lengua nacional es el árabe.
Fenicia, griega, cartaginesa, romana, árabe, normanda, aragonesa... la minúscula isla pasó por muchas manos antes de que Carlos V la entregara, en 1539, a los Caballeros de San Juan de Jerusalén, conocidos desde entonces como la Orden de Malta.
Tras caer bajo el poder de Napoleón, la isla se convirtió en colonia británica. En 1964 accedió a la independencia, pero mantuvo a la reina inglésa como jefa de estado; sólo en 1974 se constituyó como república.
Malta, bastante menor que Ibiza, es el país más pequeño de la Unión Europea, a la que pertenece desde 2004. Pero posee la mayor flota mercante del continente (y la cuarta del mundo): más de 1.200 barcos mayores de 1.000 toneladas. Eso sí, el 95% son propiedad de armadores extranjeros, sobre todo griegos, que navegan bajo 'bandera de convenencia'. En 2008, el país adoptó el euro como moneda.
El idioma maltés es el árabe magrebí, fuertemente influenciado por el italiano o más exactamente, el siciliano. Se escribe con letras latinas, algunas adaptadas. El inglés, también lengua oficial, está muy difundido y utlizado como segundo idioma, pero prácticamente no tiene hablantes nativos.
El Parlamento maltés está dominado por dos partidos que se suelen alternar en el poder: el conservador Partido Nacionalista y el socialista Partido Laborista. El poder recae en el primer ministro, mientras que el presidente se limita a funciones simbólicas. La tercera fuerza, Alternattiva Demokratika, apenas supera el 1% de los votos pero tiene cierta influencia a través de la prensa y aboga por una reforma social en la que se cuestionen las leyes inspiradas en la moral católica. Hasta hoy, la influencia de la Iglesia es muy fuerte: más de la mitad de la población atiende regularmente a misa y el divorcio sólo se legalizó en 2011, tras un referéndum reñido.