La rama indo-iraní del tronco indoeuroeo es una de las más extendidas: agrupa muchas decenas de idiomas en el subcontinente indio, desde Sri Lanka hasta Bangladesh, y en Asia Central, desde Afganistán hasta Irán.
En el área mediterránea tienen presencia una docena de idiomas de esta familia, aunque sólo dos son muy extendidos: el farsi en Irán y el kurdo en Anatolia oriental e Iraq. Varias lenguas iraníes habladas en Anatolia y el oeste y norte de Irán se pueden unir en el grupo caspio. Algunas de ellas, como el zazaki o el gorani, se consideran a veces dialectos del kurdo, otras, sobre todo el gilaki y el mazandarani son tan cercanas al farsi que la comunicación es posible. De ahí que la rama caspia se puede considerar un 'puente' entre la rama kurda y la farsi.
El romaní, la lengua de los gitanos, se habla en toda Europa, desde Turquía hasta España, pero su número de hablantes probablemente no supera los tres millones. Más reducido aún es el osetio, hablado sólo en una región del Cáucaso central.
Fuera de India, el único idioma indo-iraní utilizado a gran escala es el farsi, lengua oficial de Irán y desde hace siglos uno de los idiomas de cultura, literatura, ciencia y administración más importantes del Mediterráneo Oriental.