La hilula (hiloula o hilloula en ortografía francesa) es una peregrinación local, muy similar a la tradicional romería española y el musem musulmán en el Magreb. Se trata de una tradición del judaísmo magrebí que no existe en ninguna otra rama judía, exceptuando el día del sigd entre los falasha etíopes. El término se deriva del hebreo hillel, 'cantar con júbilo', también raíz de la palabra aleluya. No tiene base en las escrituras sagradas judías ni en el talmud, pero entre los judíos magrebíes se considera una parte fundamental de la vida social y religiosa.
El destina de la hilula es siempre la tumba de un importante rabino, denominado a menudo tsadiq ('hombre justo' en hebreo, aunque traducido a menudo como 'santo'). Durante uno o varios días, judíos de toda la región, y a menudo de otros países del mundo, acuden a la tumba, donde se reza, recita, canta, se bebe mahiá, el tradicional aguardiente marroquí, se hacen ofrendas monetarias y se formulan votos para recuperar la salud o la fertilidad. Además es tradición comprar velas que se echan a una hoguera o un horno encendida cerca de la tumba.
Todo el rito tiene carácter festivo y alegre. Aunque últimamente se han visto señales que piden un 'atuendo decente' para las mujeres, las jóvenes aprovechan para mostrarse elegantes y la fiesta se convierte en oportunidad de hacer amistades.
En Marruecos se conocen unos 600 'santos' pero también en Argelia y Túnez se realizaban hilulas. Entre las más conocidas de Marruecos destaca la del rabino Haim Pinto en Essaouira. La emigración masiva de judíos marroquíes en los años cincuenta y sesenta llevó esta tradición a Israel, donde hoy también se realizan algunas hilulas.