Los alevíes profesan una fe monoteísta. Según su propia convicción se trata de una forma —la más verdadera— del islam, una visión no compartida por los teólogos musulmanes, que consideran a los alevíes herejes. De hecho, la religión aleví tiene muy poco en común con la fe propagada por Mahoma: sus seguidores no pronuncian el credo, no rezan en la forma en la que lo establece el islam, no tienen mezquitas, no consideran el Corán su libro santo y no siguen la jurisprudencia musulmana.
La distribución de la religión aleví con este nombre se limita a Turquía, pero aparentemente también existen comunidades alevíes, conocidas con otros términos, en Irán occidental y el norte y noreste de Iraq, así como en Azerbaiyán. Probablemente, las comunidades conocidas como Ahl al Haqq (Gente de la Verdad), Ahl Alá (Gente de Dios), Kakai o Yarsan en Iraq e Irán formen parte del conjunto aleví; también se asegura que existen comunidades sustanciales en los Balcanes hasta Albania, pero la documentación existente es muy escasa.
No está claro hasta qué punto la religión aleví turca está relacionada con la rama alawí del islam, frecuente en Siria y Líbano. Ambas confesiones comparten el nombre y el rechazo de dogmas concretos. Pero mientras los alawíes sirios insisten, al menos en público, que siguen una interpretación "distinta" y mística del Corán, no se les conocen ritos propios como los desarrollados por los alevíes turcos.
En Turquía, la población aleví se concentra sobre todo en Anatolia oriental y en la costa del Mar Egeo; también hay importantes comunidades en Estambul, por ejemplo en el barrio GaziOsmanpasha. Hay seguidores de esta religión tanto entre la población turca como entre la kurda. Normalmente se nace aleví; aunque no hay norma que prohíba la conversión, ésta no es habitual y los alevíes no intentan extender su fe.
El número de miembros de la religión aleví ha sido objeto de especulación; según la prensa turca, una investigación interrumpida en 2008 arrojó una cifra de alrededor de 10-11 millones de alevíes en Turquía, a los que habría que añadir casi un millón entre los inmigrantes turcos en Europa central; también el número presente en Irán podría llegar al millón.
No se conoce el origen de la fe aleví, aunque se cree que se formó en el siglo XIII como fusión de la corriente chií del islam con elementos místicos y gnósticos y probablemente también cristianos. Una de las figuras históricas más venerados entre los alevíes es el filósofo y místico persa Bektash Wali (muerto en 1271 d.C.). Según la propia leyenda aleví, el origen de su comunidad se deriva directamente de las primeras comunidades chiíes, dirigidos por el califa Alí y su hijo Husein y derrotados en el siglo VII.
Fundamentos
El rasgo más llamativo de la religión aleví es la escasa importancia que se da a los aspectos religiosos; numerosos alevíes modernos desconocen prácticamente todo de su religión, entre los pocos preceptos se recuerda la frase turca 'elina beline diline sahip ol': guarda tus manos, tus caderas, tu lengua', como exhortación a no robar ni matar, no cometer adulterio y no mentir. Aparte de esta máxima, no hay prohibiciones concretas. Muchos alevíes aseguran que ni siquiera creer en Dios forma necesariamente parte de su religión, dado que Dios se puede considerar el elemento bueno que se halla en el ser humano, como recoge la frase "Dios es el hombre y el hombre es Dios", citada por los maestros alevíes (y muy similar a los conceptos básico del sufismo islámico y la mística cristiana).
No existe una jerarquía religiosa en la fe aleví, ni se conocen líderes teológicos actuales. No obstante, existe la figura del guía espiritual, conocido normalmente como dede. Éste debe ser siempre miembro de una familia concreta cuya genealogía se remonta a Alí, y asume su cargo por el hecho de su linaje, no por estudios o por destacar moralmente; así puede haber dedes incluso despreciados por la comunidad pero, no obstante, obligados a dirigir las reuniones religiosas.
La reunión religiosa, llamada cem, se celebra en el cemevi, un edificio que a menudo sirve para múltiples fines sociales, desde comedor a lugar de enseñanza y administración. Entre los grupos alevíes modernos de Estambul se suele realizar todos los jueves. Hombres y mujeres se reúnen en una sala para repetir en coro los nombres de los tres conceptos sagrados: Dios, Mahoma, Alí, y postrarse rítmicamente con movimientos que recuerdan los del rezo musulmán. Tras un rato de invocación, doce jóvenes —seis varones y seis chicas— inician una danza en círculo y ofrecen una copa con agua. El rito termina con el reparto de pan y fruta a todos los asistentes, que deben llevarse a casa estos alimentos, bendecidos por el dede.
El dede, acompañado a veces por por algunos dignatarios laicos, dirige toda la ceremonia sentado sobre una piel de cordero; se asegura que esta piel de cordero es el único elemento sagrado en toda la ceremonia, dado que nadie más se debe sentar sobre ella; por lo demás no existe un claro concepto de objetos o espacios sagrados ni hay temor a que el lugar pueda ser profanado ni se ve mal la asistencia de personas extrañas al rito.
Política
En muchas regiones tradicionales de Turquía, la división entre familias musulmanas y alevíes era estricta, porque las primeras consideran a las segundas herejes, traidores a la fe e impuras, un concepto que no se aplica a los cristianos. Oficialmente, no obstante, Turquía clasifica a los alevíes como musulmanes, a veces definiéndolos como chiíes.
Aunque durante décadas, el gobierno turco ha reprimido sus actividades comunitarias y religiosas, grandes sectores de los turcos y kurdos alevíes apoyaban la política del estado kemalista porque consideran el laicismo la mejor garantía para ser protegidos contra el extremismo musulmán. Se puede incluso considerar que la burguesía progresista de clase media, compuesta en gran parte por alevíes, es uno de los pilares del estado turco moderno.
Entre los elementos que hacen asociar a las familias alevíes con el sector progresista y 'de izquierda' de la sociedad turca se cuenta la tolerancia religiosa y sobre todo, la posición de la mujer respecto al hombre, mucho más igualitaria que entre los turcos musulmanes. Aunque el dede siempre es un varón, teológicamente se subraya la igualdad de ambos sexos y tradicionalmente no existe la enorme diferencia en la posición social que caracteriza la Anatolia musulmana.
Esta identificación de las comunidades alevíes con la izquierda del espectro político ha provocado en los años noventa persecuciones y masacres en los barrios alevíes de Estambul en el marco de la dura represión contra los movimientos estudiantiles de izquierda y las corrientes marxistas. Desde la llegada al poder del AKP, fundamentalista musulmán, el acoso ha disminuido y las comunidades alevíes recuperan la vida social asociada a su religión. Durante el año 2011, las negociaciones entre representantes alevíes y el Gobierno han desembocado en un acuerdo de incluir referencias a la fe aleví en los libros de colegio y se debate el reconocimiento de los 'cemevi' como lugares de culto, hasta ahora denegado por las autoridades.