El aborto, es decir la interrupción voluntaria del embarazo, es el método de control de la natalidad más polémico. En las últimas décadas se registra una evolución hacia posiciones más permisivas en casi todos los países del Mediterráneo y se plantea su legaliación parcial, en parte porque aun en los estados donde se prohíbe, el aborto es practicado de forma clandestina.
La Iglesia Católica se opone tajantemente al aborto en todas las circunstancias y lo equipara al asesinato. En el judaismo se considera que puede ser admisible si el embarazo pone en riesgo la vida de la madre. En el islam hay distintas interpretaciones, pero todas las escuelas coinciden en que el feto adquiere un alma sólo un determinado período de tiempo —semanas o meses— después de la concepción. De ahí que en este intervalo, el aborto podría ser teológicamente admisible. Aun así, se trata de una práctica prohibida en la mayoría de los países musulmanes.
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