Temo a los alemanes incluso cuando traen dracmas
La ‘bomba’ del día 6 de este mes de la revista alemana Der Spiegel, según la que el Gobierno está planeando volver a la dracma —algo de lo que, según se supone, se esforzaban en disuadirle las autoridades alemanas y europeas en reuniones secretas— es, aparamente, engañosa.
No sólo porque la negaron de forma unánime Berlín, Bruselas y el Gobierno griego, ni porque a este último le cuesta mucho planificar cualquier cosa. Sino sobre todo porque el regreso a la dracma tendría graves consecuencias no sólo para Grecia, que sufriría una dura derrota de carácter estratégico, sino también para toda la zona del euro y para la Unión Europea. Un regreso a la dracma tendría graves consecuencias no sólo para Grecia sino para toda la zona euro
Pero la otra mitad de la noticia de la revista alemana, es decir, la reunión angustiada y la participación de [Giorgos] Papakonstantinou [ministro de Economía] fue confirmada a medianoche de aquel día por el Ministerio griego de Economía. Y ya que los alemanes saben planear, a diferencia de los griegos, la gran cuestión es por qué las fuentes alemanas, como parece, filtraron esta noticia. Quizás haya más de un destinatorio y muchos objetivos.
Parece que las fuentes de la fuga de información quieren convencer a otros países de lo inevitable (desde Francia, cuyos bancos están más expuestos, hasta Finlandia, que últimamente declara que no quiere pagar), pero también hacer que Grecia asuma su destino. Desde luego, en el artículo se expresa, de forma indirecta, la amenaza de retirada de Grecia no sólo de la zona del euro, sino también de la Unión Europea en total, convirtiéndose en una especie de Albania, por así decirlo.
La economía de Grecia no está lista para una reestructuración de la deuda. Los bancos, que van a perder decenas de miles de millones, están débiles ya que no se han fusionado y las cajas de seguridad que poseen bonos griegos sufrirán graves daños. Parece que el Gobierno alemán no está muy preocupado por Grecia y prefiere que el problema le corresponda a Atenas, antes que pagar más el año 2012, cuando el Gobierno griego ya no podrá conseguir préstamos de los mercados.
Amenazando con el regreso a la dracma, la revista alemana está preparando el terreno para que la reestructuración de cualquier tipo sea suave. La reunión se celebró el viernes pasado por la tarde y la filtración de la información sucedió aquella misma tarde, cuando los bancos y las Bolsas ya estaban cerrados. En caso contrario, todo lo que queda de depósitos en Grecia habría huido al extranjero y la Bolsa griega habría caído mucho más. Por cierto, durante esta temporada vamos a tener mucha evolución en este asunto.