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La sangrienta guerra de la independencia, ganada en 1962, contribuyó a alejar el gobierno argelino de Francia y adoptar una ideología de corte panarabista, en la que el árabe clásico no sólo fue llamado a reemplazar el francés en todos los ámbitos oficiales, sino también relegó el idioma tamazigh (bereber), lengua materna de casi un tercio de la población argelina. Así, la alfabetización se impulsó 'importando' a profesores extranjeros, sobre todo egipcios, que reforzaban la conciencia de la identidad árabe. A partir de 1978, el presidente Chadli Benyedid asoció este programa de arabización, hasta entonces laico, a una progresiva islamización de la sociedad. Así, en los años ochenta, los crecientes movimientos fundamentalistas islámicos encontraban un terreno fértil para difundir su ideología. En 1980, una protesta contra la arabización tuvo lugar en Tizi Uzu, la capital de Cabilia, pero la revuelta de esta 'primavera bereber', laica e izquierdista, fue aplastada tras centenares de arrestos. |
En lo sucesivo, los grupos islamistas fueron desplazando a la opisición de izquierda y se situaron a la cabeza de los movimientos sociales descontentos con el régimen del FLN, partido único, y con la pobreza originada por la incompetencia de la economía estatal y acentuada por la caída de los precios mundiales del petróleo, fuente de ingresos primordial de Argelia. Tras las revueltas de 1988, la cúpula militar obligó a Benyedid a organizar las primeras elecciones pluralistas. En 1989, el anciano jeque Abbas Madani y el joven predicador Alí Belhadj fundaron el Frente Islámico de Salvación (FIS), que proponía reemplazar el sistema democrático por la ley coránica. En mayo de 1991 convocó una huelga general que degeneró en revueltas y en diciembre, el FIS ganó, por sorpresa, la primera ronda de las elecciones, Su victoria en la segunda ronda —lo que le habría llevado al gobierno— era previsible. En enero de 1992, un golpe de estado orquestado por la cúpula militar depuso a Benyedid, canceló los comicios, prohibió el FIS, alegando que su base ideológica religiosa era anticonstitucional, y encarceló a Madani, Belhadj y miles —quizás decenas de miles— de sus seguidores. Dos grupos islamistas empezaron a lanzar ataques contra objetivos militares, policiales y pronto, civiles: el Movimiento Islámico Armado (MIA) y el Movimiento por un Estado Islámico (MEI), ambos apoyados por argelinos que habían combatido en Afganistán contra la ocupación soviética (los 'afganos'), y no siempre sometidos al control del FIS. En 1993 se formó el mucho más extremista Grupo Islámico Armado (GIA), que luego se definiría como 'takfirí', es decir consideraba apóstata a todo musulmán que no siguiera su propia interpretación radical, cercana al wahabismo saudí. Empleaba coches bomba y falsos controles de carretera y realizaba masacres nocturnos contra civiles. Masacres bajo sospecha La guerra civil se desarrolló sobre todo en la región norte de Argelia, en un radio de pocos centenares de kilómetros al sur y oeste de la capital Argel, mientras que el sur, apenas poblado pero vital por sus reservas de petróleo, apenas fue afectado. El conflicto dividió la sociedad política y civil argelina: mientras que algunos partidos izquierdistas pedían dialogar con el FIS, ganador de unas elecciones democráticas, otros se alinearon con las tesis 'erradicadoras' del gobierno, señalando que el objetivo declarado del FIS era reemplazar la democracia por un sistema teocrático. Al mismo tiempo, el gobierno empezó a organizar los llamados 'Grupos de Autodefensa', compuestos en su mayor parte por civiles armados con simples fusiles de caza. Estas milicias, también conocidas como 'Grupos patriotas', y apoyadas a veces por milicias mejor entrenadas y armadas a sueldo de jefes locales, tuvieron especial éxito en la Cabilia, uan región montañosa al este de Argel, habitada por bereberes normalmente enfrentados al gobierno central, pero aun más al islamismo. Los pueblos o barriadas que rechazaron adherirse al programa de autodefensa solían sufrir fuertes presiones de las autoridades. En 1994, el gobierno argelino, encabezado por el militar Liamín Zeroual, y la cúpula encarcelada del FIS establecieron negociaciones, finalmente infructuosas. Ese año, el MIA, el MEI y otros elementos leales al FIS se unieron en el Ejército Islámico de Salvación (AIS). El FIS condenó los ataques indiscrimanados de civiles reivindicados por el GIA y en enero de 1995 se reunió con varios partidos argelinos, como el FLN y otros de la oposición izquierdista en San Egido (Italia). Los reunidos firmaron un acuerdo de paz y respeto a la democracia que no llegó a tener efecto por la negativo del gobierno argelino a participar en la negociación. El GIA, no obstante, continuaba combatiendo. Asesinaba a periodistas, artistas, músicos, extranjeros y a muchas mujeres que rechazaban cubrirse el pelo con el hiyab. Dominaba sobre todo la periferia sur de Argel. En 1995, el GIA, que decía combatir para instaurar el jalifato, se enfrentó al AIS en una guerra fratricida que se cobró centenares de muertos; Liamín Zeroual convocó y ganó unas elecciones presidenciales, boicoteados por los tres mayores partidos pero con cierta participación popular. No trajeron la paz: en 1997 se multiplicaron las masacres de población civil atribuidos al GIA o a "terroristas islámicos", a veces también al AIS, y éste grupo declaró un alto el fuego unilateral en septiembre de 1997 para "ayudar a desenmascarar a los enemigos de Argelia y el islam", en alusión a los responsables de las masacres. Masacres bajo sospecha Las masacres, no obstante, continuaron durante todo 1997 y 1998, los años más sangrientos de la guerra civil. El procidimiento era muchas veces similar: unas decenas de hombres armados con fusiles, granadas y machetes entraban en un pueblo, derribaban las puertas y asesinaban a hombres, mujeres y niños, a menudo con muestras de gran crueldad, violando a mujeres y robando dinero o joyas. En varios casos se dio la circunstancia que los cuarteles militares o de la policía se hallaban a escasos kilómetros y fueron alertados, sin embargo, no intervenían durante muchas horas. Este detalle hizo surgir la sospecha, nunca oficialmente demostrada pero tampoco nunca refutada, que el GIA estaba infiltrado o comandado por agentes del estado o de la cúpula militar que así intentaba sembrar el terror ante todo lo 'islamista'. A esto se añade que muchas masacres afectaron a localidades habitadas por clases modestas y conocidas por ser feudos del FIS; algunas se habían negado a formar milicias de autodefensa, de manera que aparentemente, el GIA exterminaba precisamente a quienes pudieran ser su base política. En junio de 1998, el asesinato del cantante bereber Matoub Lounès, que ya había sido secuestrado por el GIA en 1994 y liberado tras amplias protestas en Tizi Uzu, provocó violentas revueltas en toda Cabilia. Los movimientos bereberes, que lo consideraban un símbolo del laicismo y de donde la autoría se atribuyó al gobierno, mientras que éste achacó el atentado a los islamistas. Al año siguiente, Abdelaziz Buteflika fue nombrado presidente tras una elección sin competidores. El gobierno argelino aceptó la tregua del FIS y desistió de perseguir a los militantes del AIS que entregaran las armas. Al mismo tiempo se formó el Grupo Salafista de Predicación y Combate (GSPC) como una escisión o un reagrupamiento del GIA. El número de masacres y muertos fue disminuyendo gradualmente y el gobierno empezaba a aparecer como ganador del largo conflicto, especialmente después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 que cambiaron el enfoque del conflicto en la prensa europea y reemplazaron la perspectiva de los derechos humanos y la democratización por la de un enfrentamiento entre 'occidente' y el 'terrorismo islámico'. Entre 1992 y 2002, la guerra civil se había cobrado más de 150.000 muertos aunque en 2002, la cifra de víctimas ya apenas superaba el millar. Aunque el FIS sigue prohibido, la integración de los movimientos islamistas en el juego democrático se normalizó con la liberación de Madani y Belhadj en 2003. Muchos ex miembros del FIS fueron "reciclados" por el gobierno y nombrados imanes en las mezquitas locales. La influencia de la religión en la política y la sociedad argelina siguió creciendo. En abril de 2002, la muerte de un adolescente bereber tras su arresto dio lugar a meses de revueltas en Cabilia, la 'primavera negra', que causó medio centenar de muertes por disparos de la policía. Tras una marcha multitudinaria hacia Argel, el gobierno accedió a algunas demandas de los movimientos civiles bereberes y declaró el tamazigh 'lengua nacional'. En 2003, el GSPC ganó notoriedad con el secuestro de 32 turistas, casi todos alemanes, en el sur de Argelia. El golpe fue capitaneado por Amari Saifi, más conocido como 'Abderrazak El Para', un antiguo paracaidista argelino que fue presentado como "el hombre de Osama bin Laden en el Magreb" pero que a todas luces trabajaba para los servicios secretos argelinos. Desde ese año, al GSPC se le sitúa en la órbita de Al Qaeda. En 2004, los tiroteos y combates entre guerrilleros islamistas y soldados o grupos de autodefensas volvieron a aumentar y se vieron de nuevo bombas y atentados con coche bomba en la capital, Argel. Los ataques se suceden con una frecuencia cada vez mayor, pero el número de víctimas queda muy lejos del causado por el conflicto en los años noventa: no pasa de unos cuantos miles en cinco años. En 2007 se registran por primera vez atentados suicidas con mochila bomba. Parte de los ataques tienen lugar en la Cabilia, donde el terreno montañoso ofrece ventajas a una guerrilla, pero donde los grupos islamistas no pueden contar con apoyo popular. Entre la población persisten las dudas sobre la implicación de los servicios secretos en las organizaciones consideradas 'terroristas islámicas'. |
Cronología |
1830 |
Francia ocupa Argelia, hasta entonces bajo dominio del Imperio Otomano. |
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