“Hombres, ¡a mí qué me importan las espadas o los combates! Yo sólo sigo a una estrella: la del placer y la música…”.
Estos versos directos, rebeldes y libertinos, aunque no los más atrevidos, representan en cierta medida la expresión, estilo y temática de la obra de Abu Nuwas, el gran poeta árabe del vino y el erotismo homosexual.
Oriundo de la antigua Mesopotamia, vivió a caballo entre los siglos VIII y IX, durante las primeras décadas del califato abasí de Bagdad, la que fuera época dorada de la literatura árabe clásica oriental.
Debido a sus sátiras y vida desenfrenada sufrió varias veces la prisión y hubo de vivir el destierro en Egipto por orden del propio Harun Rashid. Junto al célebre califa, su esposa Zubayda y varios de sus cortesanos, Abu Nuwas se convirtió en personaje literario en si mismo al protagonizar varias historias de Las mil y una noches, donde aparece inmortalizado como un personaje ingenioso y excéntrico.
Su lengua materna era el persa, por lo que Abu Nuwas se arabizó concienzudamente conviviendo con tribus árabes nómadas y aprendiendo de los textos sagrados musulmanes y la poesía árabe preislámica, fuentes originales de la forjada gramática de la lengua árabe. Su inmersión cultural beduina fue tal que Abu Nuwas acabó por rebelarse en su contra. Es por ello que su obra cuenta con un gran número de sátiras hacia esa conservadora y ruda forma de vivir que llega a aborrecer profundamente en contraposición con la vida disoluta, placentera y ciudadana de la que luego disfrutaría en Bagdad.
Destacando en todos los géneros poéticos pero sobre todo en el báquico, el erótico y el satírico, Abu Nuwas fue el primer poeta en liberar a la poesía árabe, con empeño y tesón, del peso tradicional que venía marcando la poesía típica beduina, más arcaica y complicada en formas y vocablos. El resultado de su obra es el nacimiento de una poesía renovadora, moderna y libre que rompe con los temas clásicos; en ella el poeta es pionero en hacer de los versos una declaración pública de sus pecados, con dulzura, ironía y sin ánimo de indulgencia.
No obstante, y a pesar de ser todo un clásico, es difícil encontrar hoy día una edición completa de su prolífera obra. Las nuevas antologías parecen olvidar los versos más osados, especialmente aquellos homoeróticos y satíricos contra el mes de ramadán y la prohibición musulmana de beber vino.
MediterráneoSur ofrece seis poemas representativos de su poesía más libre, cedidos por Cátedra. Esta editorial acaba de lanzar Cantar al vino, una edición bilingüe a cargo de Jaume Ferrer Carmona y Anna Gil Bardají. La traducción ofrecida aquí es la realizada por estos dos arabistas y publicada en Cátedra.
[Eva Chaves]
Leer también: El segundo destierro de Abu Nuwas. Ensayo de Chaves [2010]
II
Hombres, ¡a mí qué me importan
las espadas o los combates!
Yo sólo sigo a una estrella:
la del placer y la música.
En mí no confiéis,
pues soy de aquellos que rehúyen
encontronazos y embates.
Cuando veo el enemigo
salto sobre mi potrillo
con las riendas colocadas
por el lado de la cola.
No sé cómo es un arnés,
ni un broquel, ni un alfanje.
Todo mi afán es saber,
cuando sus guerras estallan,
por qué camino escapar.
Si de juergas se tratara,
de beber vino sin mácula
o de pasarme la noche
junto a vírgenes luciendo
sus vestidos de luto negro
me veríais con razón
como héroe de los árabes.
يا بشرُ مالي والسّيفِ والحربِ وإنّ نجمي للّهوِ والطَّربِ
فلا تثِقْ بي، فإنّني رجلٌ أكعُّ عند اللّقاءِ والطّلَبِ
وإن رأيتُ الشُّراة َ قد طلعوا ألْجَمْتُ مُهْري من جانبِ الذَّنَبِ
ولستُ أدري ما الساعدانِ ولا التُرْسُ وما بيْضة ٌ من اللّبَبِ
هَمِّي إذا ما حروبُهم غلبتْ أيُّ الطّريقَينِ لي إلى الْهَربِ
لو كان قصْفٌ وشُربُ صافيةٍ مع كلّ خَوْدٍ تختالُ في السُلُبِ
والنومُ عند الفتاةِ أرشفُها وجدْتُني ثَمّ فارسَ العربِ!
* * *
II
Sé esquivo y avariento y a los aduares no hables:
sus ruinas, el saludo, no te han de devolver.
Maldice el cuervo de mal agüero de la separación.
Siéntate junto al narciso, deja atrás las espinas,
túmbate al lado del mirto, olvídate de las zarzas,
y por la mañana empieza a beber el vino.
¡Que ninguna prohibición te lo impida!
Quien combate los placeres que el vino acompaña
vive una extenuante vida de aflicción.
ابْخَلْ على الدّارِ بتَكليمِ فما لَدَيْها رَجْعُ تَسليمِ
والعنْ غرابَ البَينِ بغضاً لهُ فإنّهُ داعِيَة ُ الشّومِ
وعُجْ إلى النّرْجَسِ عن عوْسَحٍ والآسِ عن شِيحٍ
وقَيصومِ واغْدُ إلى الْخَمرِ بإبّانِها لا تَمْتَنِعْ عَنها لتَحريمِ
فمن عدا الْخَمرَ إلى غَيرِها عاشَ طَليحاً عَينَ مَحْرُومِ
* * *
XXXVI
¡Deja el viento del sur soplar sobre las ruinas
y que el destino destruya su tiempo de esplendor!
¡Deja el áspero desierto para que en él trote
el jinete montado en sus camellos y camellas!
En esas tierras sólo brotan arbustos espinosos
y las únicas piezas de caza son hienas y lobos.
No aprenderás de los árabes ningún modo de solaz
Porque su vida no es vida, su vida es un erial.
Déjales que ordeñen y beban cuanta leche quieran
puesto que son ajenos al exquisito y buen vivir.
Y si la leche se les cuaja, escupe en sus tazones,
no te sientas culpable, no será ningún pecado.
Mejor delicia que todo eso es un vino fresco
escanciado en ronda por un diestro copero.
Largo tiempo estuvo en el fondo del tonel
hirviendo sin que jamás una llama lo tocara.
Los murmullos del fermento semejaban
la lectura de un sacerdote ante la cruz.
Un muchacho te tiende la mano con la copa
y te habla con la voz de una gacela joven
criada por nodrizas que extremaron su educación.
¡A ti entrega sus riendas al sorber el vino,
para ti la embriaguez desata su cinturón!
Al acariciarlo te cautiva con sus encantos,
te vuelve loco, hace saltar tu corazón.
Emborrachado, alza su grupa con dificultad
y se menea como una palma bajo la túnica
caminando hacia ti, deshaciéndose en seducción.
Censora, ¡no te extiendas en tus reproches!
Quien de mi espera arrepentimiento desespera.
Me echas en cara mis pecados, ¿pero qué joven no peca?
Quiero vivir esta vida y no la de leche ordeñada
y tiendas desparramadas en medio de un vil desierto.
¡Compara esos yermos con el arco del palacio de Cosroes!
¿Se puede equiparar un hipódromo a un corral?
Te engañas creyendo que al insistir me reformaré.
¡Rásgate las vestiduras que no me arrepentiré!
دَعِ الأَطلالَ تَسفيها الجَنوبُ وَتُبلي عَهدَ جِدَّتِها الخُطوبُ
وخَلّ لِراكِبِ الوَجْناءِ أرْضاً تَخُبُّ بها النَّجيبة ُ والنّجيبُ
بلادٌ نَبْتُها عُشَرٌ وطَلْحٌ وأكثرُ صيْدِها ضَبُعٌ وذيبُ
ولا تأخُذْ عن الأعرابِ لهْواً ولا عيْشاً فعيشُهُمُ جَديبُ
دَعِ الألبانَ يشْرَبُها رِجالٌ رقيقُ العيشِ بينهُم غريبُ
إذا رابَ الْحَلِيبُ فبُلْ عليهِ ولا تُحرَجْ فما في ذاك حُوبُ
فأطْيَبُ منْه صَافِية ٌ شَمُولٌ يطوفُ بكأسها ساقٍ أديبُ
أقامَتْ حِقْبَة ً في قَعْرِ دَنٍّ، تفورُ وما يُحَسُّ لها لهيبُ
كأنّ هديرَها في الدّنّ يَحْكي قِرَاة َ القَسّ قابلَهُ الصّليبُ
تَمُدُّ بها إليكَ يدَا غُلامٍ أغَنّ، كأنّهُ رَشأٌ رَبيبُ
غذّتهُ صنْعة ُ الدّاياتِ حتّى زَها، فَزَهَا به دَلٌّ وطيبُ
يَجُرُّ لكَ العِنانَ، إذا حَساها ويفتحُ عقد تكّته الدّبيبُ
وإن جَمّشْتهُ خَلَبَتْكَ منهُ طَرَائِفُ تُسْتَخَفّ لَها القُلوبُ
ينوءُ برِدْفهِ فإذا تمشّى تَثَنّى في غَلائِلِهِ، قَضِيبُ
يكادُ من الدّلالِ، إذا تَثَنّى عليْكَ، ومن تساقطهِ، يذوبُ
وأحمقَ من مُغيّبة ٍ تـراءى إذا ما اخْتانَ لَحْظَتَها مرِيبُ
أعاذِلَتي اقْصُري عن بعْضِ لوْمي فراجي توبتي عندي يخيبُ
تَعيّبين الذّنوبَ، وأيّ حُرٍّ مِن الفِتيانِ، ليسَ لَهُ ذنوبُ
فهذا العيشُ لا خِيمُ البوادي وهذا العيشُ لا اللبن الحليبُ
فأيْنَ البدْوُ من إيوان كِسْرَى وأيْنَ منَ المَيادينِ الزُّرُوبُ؟
غرِرْتِ بتوبتي، ولججْتِ فيها فشُقّي اليومَ جيبَكِ لا أتوبُ
* * *
LXIV
¡Cántame, oh Sulaimán,
y llena de vino mi copa!
¿No ves que apareció al alba
bajo sus tenues velos?
Cuando te llegue la jarra
agárrala y sírveme:
quiero que ella te distraiga
de la llamada del almuédano.
Sírveme el vino sin tregua,
a la vista de todo el mundo,
y hagamos como los de Sodoma.
يا سُلَيمانُ غَنِّني وَمِنَ الراحِ فَاِسقِني
ما تَرى الصُبحَ قَد بَدا في إِزارٍ مُتَبَّنِ
فَإِذا دارَتِ الزُجا جَةُ خُذها وَأَعطِني
عاطِني كَأسَ سَلوَةٍ عَن أَذانِ المُؤَذِّنِ
اسقِني الخَمرَ جَهرَةً وَأَلِطني وَأَزنِني
* * *
XCII
Busca refugio de Ramadán
en el buen vino de las tinajas.
Y entero pasa el mes de Shawal
entre orgías con las esclavas
y borracheras de par en par.
Shawal nos ofrece dones y bienes
y aún así un reproche merece:
pese a juergas y festines,
pese a dejar sueltas las riendas
de la pasión desenfrenada,
por ser de Ramadán el más cercano
no puede ser el mejor mes del año.
استَعِذْ مِن رمضانِ بِسُلافاتِ الدِنانِ
وَاِطوِ شَوّالاً عَلى القَصفِ وَتَغريدِ القِيانِ
وليكُنْ في كل يومٍ لك فيه سكرتانِ
منّ شوالٌ علينا وحقيقٌ بامتنانِ
جاء بالقصف والعزفِ وتخليع العنانِ
أوفقُ الأشهُرِ لي أبعدُها من رمضانِ
* * *
XCIII
Qué mes, el Ramadán!
Ojalá estuviera lejos
para no estarte sufriendo.
Todo son loas para Shawal
y a ti te detestamos.
Te hemos aborrecido, miserable Ramadán,
Sin dudarlo te mataría si pudiera matar a un mes.
ألا يا شهرُ كم تبقى؟ مرضنا ومَللْناكا
إذا ما ذُكرَ الحمدُ لشوّالٍ ذممناكا
فيا ليتك قد بِنتَ وما نطمعُ في ذاكا
ولو أمكنَ أنْ يُقتَل شهرٌ لقتلناكا