La religión juega un rol fundamental en algunas opciones ideológicas. Es el caso de la democracia cristiana en Europa y el islamismo en el norte de África y el este del Mediterráneo. El sionismo ocupa una curiosa posición: aunque se forma como movimiento agnóstico y socialista se basa en los mitos bíblicos. También tiene bases socialistas el baazismo, hoy en declive, que busca el renacer de la "nación árabe" sin referencias religiosas.

El término "fascista" se aplica a menudo a los más diversos movimientos extremistas, religiosos o no, frecuentemente con ánimo de descalificarlos. Casi siempre incluyen un elemento nacionalista. En el otro extremo se sitúa el anarquismo.

El Parlamento Europeo se estructura en siete grandes agrupaciones de partidos: el Partido Popular-Democracia Cristiana, que acoge tanto a partidos democristianos como otros conservadores, el Grupo Socialista, la Alianza de Demócratas y Liberales, conservadores en el ámbito económico y progresistas en aspectos ideológicos, la Unión por la Europa de las Naciones, con partidos a la derecha del espectro, Los Verdes, la Izquierda Unitaria, en la que se integran los partidos comunistas, e Independencia-Democracia, un grupo de diversas iniciativas de tipo nacionalista. Algunos partidos de derecha extrema no pertenecen a ninguno de estos grupos.